martes, 20 de febrero de 2018

El semáforo asesino.

El primer semáforo que regulaba la circulación nació de un ingeniero ferroviario, el cual se instaló en el año 1968, en Londres. Este, constaba de un brazo que subía y bajaba en el que había una lámpara de gas que hacía funcionar la luz roja y la luz verde respectivamente, todo este mecanismo estaba custodiado por un vigilante.
No hay nada que decir de la importancia de este sistema para la seguridad vial, seguramente ha salvado infinidad de vidas, pues paradójicamente este semáforo explotó y causó la muerte a su vigilante.

Fuente: Revista DGT.

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